10.11.11

"Lo tienen todo"

La frase con la que titulo este post la he escuchado en consulta y en las sesiones de la escuela para padres en muchas oportunidades. Los padres, desconcertados frente a los comportamientos inadecuados de sus hijos, enfatizan su perplejidad añadiendo como colofón a estas quejas: “¿como es posible, si es que lo tienen todo, si no les falta nada?”.

Posiblemente, el problema justamente es ese, que “lo tienen todo”.

En la última escuela para padres hablábamos sobre el juego y la importancia que esta actividad tiene para los niños, no sólo para desarrollar sus capacidades e imaginación sino para poder representar y entender el mundo que les rodea. De allí, la importancia a la hora de escoger los juguetes. Este fue el punto crucial, porque enseguida aparecieron los comentarios sobre la cantidad enorme de juguetes de todo tipo que cada niño podía llegar a tener, sobre todo en la época navideña. Algunos padres reflexionaban al darse cuenta de que los niños, frente a un gran volumen de juguetes, no saben que hacer, pasando de uno a otro juguete y, al final, no han jugado con ninguno.

Al “llenarlos” de juguetes no se le da al niño la posibilidad de disfrutar, de construir, de imaginar, de hacer con el juguete, sino que se les sacia hasta el hartazgo. Tras el hartazgo sólo queda una desagradable y frustrante sensación de vacío. El hastío se traduce luego en muchos síntomas y comportamientos: niños aburridos, excesivamente demandantes, intolerantes, caprichosos, desmotivados.

El problema está en creer y hacer creer a los niños, de manera directa o indirecta, que mientras más “cosas” tengan más felices serán. “Que no les falte nada”, “que tengan todo lo que yo no tuve”, parecen ser las consignas que pesan sobre los padres.

Pero, precisamente, si “no falta nada” surgen los problemas con el deseo. Devienen niños que sufren porque no sienten interés en nada, o su interés cede ante la primera contrariedad. O no disfrutan de la experiencia de aprender, de explorar, porque supone un esfuerzo. Para desear hace falta que anhelemos, que queramos alguna cosa, y eso sólo es posible si no lo tenemos todo.

Escrito por: Marisol Valado Rodríguez.

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