19.3.12

Ruth y Jose.

Durante meses España ha vivido sumida en la angustia por la desaparición de dos menores. La corta edad de los niños (6 y 2 años) y las circunstancias que señalan al padre como presunto autor del daño, han convertido el caso en foco de la atención de los medios y de la población.

Tras cuatro meses desde la desaparición, el secreto de sumario era levantado y salían a la luz diversos datos. Entre ellos los resultados de los informes psiquiátricos y psicológicos realizados al padre de los menores. Al parecer, los elementos de la evaluación  indicaban una inteligencia superior a la media y la ausencia de trastornos de personalidad. Y a partir de allí, comienza el enredo.

En el discurso de los abogados y de los periodistas se entremezclan términos técnicos con una ligereza que asombra.

Por ejemplo, parece que los resultados de las evaluaciones determinan que la personalidad del padre está caracterizada por excesivos rasgos de manipulación. Y según recoge la prensa, su abogado afirma que "todas las mentes de inteligencia superior tienden a manipular". Conclusión esta que se escapa de cualquier análisis especializado porque la tendencia a la manipulación, a usar la realidad para el propio favor, es una característica emocional  independiente del nivel de inteligencia.

Otro ejemplo: la prensa dice textualmente "dicho informe reconoce y es tajante que no tiene ningún trastorno de personalidad, por tanto se eliminan rasgos patológicos, como la esquizofrenia o la bipolaridad". Una combinación gratutita y fácil de tecnicismos que acaba no diciendo nada. Y es que la esquizofrenia y la bipolaridad NO son trastornos de personalidad.

Como psicóloga, he realizado informes periciales para diversas causas judiciales. Y desde esta experiencia he aprendido a cuidar especialmente el lenguaje.

Porque la psicología parece ser una especialidad al alcance de todos, donde cualquier persona puede interpretar, diagnosticar, evaluar. Como si pudieran cogerse términos como depresión, psicopatía o déficit de atención, mezclarlos bien y crear un discurso aparentemente sostenido pero que es vacío, contradictorio, hueco.

No sé con exactitud lo que dicen los informes psicológicos y psiquiátricos practicados al padre de Ruth y José. Sólo tengo acceso a lo que del caso aparece en los medios. Y desde ahí, la información que me llega me hace perderme. Porque lo que se recoge es contradictorio y está plagado de errores.

La psicología es una especialidad con saberes sostenidos. Con métodos y técnicas fiables. Algo muy diferente de lo que puede llegar a la población cuando lee afirmaciones que casi son poemas rimados con largos listados de términos inconexos.