15.6.12

Psicología de televisión

La psicología es una materia que interesa. Que mueve. Mucha gente suele hablar de ella, tenga o no conocimientos. Mucha gente le teme, de ahí esas fantasías de que si te cruzas con un psicólogo, tus más íntimos secretos le serán descubiertos con sólo mirarte.

Muchas cosas se escriben y se dicen sobre la psicología. Infinidad de libros, dedicados al gran público, enseñan a ser "más feliz" "más positivo" "más efectivo". Textos llenos de claves y de listados de tareas que se leen y luego se dejan de lado y se olvidan.

Muchas series de televisión tienen a un psicólogo entre sus personajes. Los hay incisivos, tontos, locos, desaforados. Cada uno de ellos, producto de las fantasías sobre esta profesión que parece mover tantos temores.

Junto a todos estos elementos, existen también los programas "profundos". Donde se habla de salud mental con una pretendida sabiduría descafeinada, apta para los espectadores más dispares y cocinada para el espectáculo.

Hace unos días, veía en la televisión uno de estos programas. Se entrevistaba a un experto en salud mental y en cognición. El tema de la charla eran los juegos de habilidades. Se listaban estudios, beneficios, interrogantes.
Entrevistador y entrevistado conversaban apaciblemente. Palabras rebuscadas "neuronas, rehabilitación cognitiva, tiempo de reacción" se entremezclaban con explicaciones llanas, con referencias comunes "sudokus, crucigramas". Unas y otras elegidas cuidadosamente para que, desde su casa, cualquier televidente entendiera y se asombrara, se asombrara y entendiera.
En determinado momento, el entrevistador dijo "entonces esos juegos que entrenan la mente hacen que nazcan nuevas neuronas" presentando una especie de conclusión.

Y no pasó nada. El entrevistado asintió y siguieron sus disertaciones.

Y ese error, se mantuvo.

Porque las neuronas no nacen ni se regeneran. Nacemos con un determinado número de neuronas que no son sustituidas por nuevas provisiones. El conocimiento neurológico es claro: pueden desarrollarse nuevas sinapsis (es decir, contactos nuevos entre neuronas) pero se sabe que la rehabilitación se sostiene sobre el cargamento neuronal preexistente, que puede modificar y enriquecer su funcionamiento, más no la cantidad de materia.

Está claro que los espectadores de televisión no tienen por qué poseer conocimientos sobre neurología. Y que no tienen por qué dudar de lo que el sabio entrevistador y su capacitado entrevistado afirman.

La televisión concede una validación indiscutible. De ahí el peligro de este tipo de producciones. De ahí el error de que lo que allí se expresa, no sea contrarrestado con los conocimientos necesarios.

Tal vez el ejemplo de las neuronas sea claro. Pero hay más: Concursos donde el "paciente" es sometido a un bombardeo sin piedad en el que se le tiran encima sus experiencias más sufrientes. Programas donde se recomiendan abrazos como forma de solucionar el malestar. Y la psicología entendida como arma letal o como ñoña aproximación a la vida.

La psicología, más allá de esa imagen fantasiosa, es una ciencia social sostenida en conocimientos firmes. Y la psicoterapia, única vía para la curación emocional, es un proceso privado e íntimo que no puede ejercerse desde una pantalla de televisión.