9.6.11

Aún hoy en día

Aquí estamos. Europa, en pleno siglo XXI. Múltiples avances en la ciencia, en la medicina, en la tecnología, en las telecomunicaciones, en el urbanismo de las ciudades. Avances y logros enfocados en su mayoría a consolidar lo que se conoce como el estado de bienestar. El primer mundo contempla a sus vecinos, menos afortunados, menos desarrollados y se horroriza, lógicamente, por la existencia aún hoy en día de ciertas prácticas religiosas como la ablación, practicada a muchas niñas de algunos países de África y Oriente Medio, o la lapidación de mujeres en Irán como pena en caso de adulterio.

El horror ante dichas prácticas y la necesidad consecuente de intervenir a través de diversas organizaciones como Amnistía Internacional para frenar y detener este tipo de prácticas, es algo que la mayoría considera fundamental e imprescindible.

En este escenario, no deja de resultar sorprendente como aún hoy en día, en este nuestro mundo “desarrollado”, puedan sostenerse, en el discurso social, estigmas y prácticas sociales excluyentes contra las personas contagiadas VIH. Ni tampoco que aún hoy en día se considere a la enfermedad mental como algo que deba esconderse por temor al rechazo social.

2 comentarios:

  1. "Claridad para la calle. Oscuridad para la casa"...esa doble moral que se acrecienta con el paso del tiempo en el viejo continente, llámese Europa, distorciona de alguna manera, cualquier "buena" iniciativa de hacer posible "otro" destino para las mujeres africanas, siempre observadas con lástima, por considerarlas pertenecer al Paleolítico (con frecuencia se les ocurre a los europeos compararse con otros continentes menos aventajados, apuntando con el dedo y suponiendo ser ELLOS de "avanzada"). Nada nuevo, sin embargo, hay que seguir manifestándolo. Como es cierto que los extremos se tocan.

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  2. Gracias por tu comentario. Es cierto resulta siempre más fácil ver el problema afuera, y dejar a un lado lo que nos toca y concierne directamente.

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